The Princess Weiyoung – Reseña

 Feng Xin’er es princesa del reino de Liang del Norte, un estado vasallo del reino de Wei. Por obra de Chiyun Nan, un codicioso y despiadado general de Wei, el rey de Liang y su familia son incriminados en una falsa revuelta y asesinados.

 Pero la princesa logra escapar. El destino la llevará a la casa del primer ministro Li, donde encontrará a quienes habían pergeñado la caída de su familia y ante los cuales jura cobrar venganza.

 La princesa (Tiffany Tang), que en casa de los Li será, por cuestiones de la trama que no puedo develar, Li Weyoung, se hará pronto foco de las intrigas de la señora de la familia, Chiyun Rou, y su hija, Li Changle. Ambas ven en Weyoung una inesperada dificultad en su ambición de casar a la mayor de lo Li con uno de los príncipes herederos de Wei, Tuoba Jun (Luo Jin), nieto del emperador y que está loco por Weiyoung. La princesa comparte la atracción, Jun la rescató un par de veces de la muerte y se mostró dulce y amable con ella, pero tampoco puede olvidar que Jun es príncipe del reino que acabó con Liang del Norte.

 Estamos, pues, ante un drama romántico ambientado en la antigua China, una historia de intrigas familiares y palaciegas donde acompañaremos a Weiyoung en su búsqueda de venganza y en las tribulaciones que deberá atravesar su relación con Tuoba Jun. A diferencia de los otros doramas históricos de los que hablé en el blog, este es bastante más romántico. La trama política siempre sirve a la romántica y las expresiones amorosas son abundantes.

 Tuoba Jun junto a los otros príncipes. El del medio, Tuoba Yu (Vannes Wu), también se enamorará de Weiyoung. Pero a diferencia de Jun, es ambicioso, despiadado y calculador, y hará lo imposible por lograr casarse con ella. Jun, que no quiere saber nada con las cosas de palacio, no tardará en entender que para proteger a Weiyoung precisará hacerse fuerte en la corte.

 Li Changle (Li Xin’ai) con su criada. Con ella y su madre, y también con la chica de abajo, me he visto obligado a lo que hacía rato no hacía con ninguna serie: a adelantar alguna escena. ¡Qué odio cuando se ponen a maquinar contra Weiyoung! Esto habla muy bien de la serie. Quiere decir que engancha y mucho. Las continuas celadas a la que será expuesta la princesa (ante la duda, fue Weiyoung, ja) te mantienen en vilo y te obligan a un «capítulo más» para bajar la ansiedad por lo que le pueda pasar a la prota.

 Li Changru (Mao Xiaotong), otra hija de los Li, aunque de rango menor por ser hija de una concubina, y con quien Weiyoung traba una relación de verdadera hermana. Pero Changru está perdidamente enamorada de Tuoba Yu, y esto no será bueno para nuestra heroína. La actriz en ocasiones parece una  muñeca pullip. Es increíble su rostro cuando se le lloran los ojos.

 Cada tanto habrá batallas o peleas. Como es común en el género, ofrecerán vistosas coreografías de corte wuxia, con saltos imposibles, proezas con la espada y el arco y héroes que se cepillan solos a decenas de enemigos.

 Y nada, es todo. Solo anotar que por la juventud de los protagonistas, el candor en algunos personajes y lo acaramelado de muchas escenas, se me hace que el drama está dirigido a un público más joven que el de, por ejemplo, El ascenso de los Fénix. Eso sí, la serie no escatima en crueldad y dureza, así que tampoco es que estamos ante una serie juvenil.

 Muy recomendable drama histórico, sobre todo para quien tenga ganas de romance o de una historia con una chica como protagonista que, por cierto, me encanta cuando deja boquiabierto a todo el mundo con la claridad y lucidez de su retórica, que es algo de lo que más gusta de estos doramas, cuando la protagonista entrar a razonar a lo Confucio, ja.

  La serie la podrán encontrar en Netflix y en Viki. Duración: 54 episodios.