Leía una vez a una persona, no recuerdo si en una web o foro, que criticaba a Tolkien porque no había matado a nadie. Decía que el profesor se había encariñado con los personajes y que esto trabó el desenlace que les habría correspondido.
Me parece un cuestionamiento atendible, pues puede decirse que El Señor de los Anillos es una historia que bebe de tradiciones germanas, cuyo título es deudor de una figura que usaron los poetas de aquellos pueblos, las kenningar (como cuenta Borges, en este caso, una construcción que refería al rey), y en la que apenas muere nadie en batalla como mandaban los Eddas. Tenemos acabados ejemplos en Boromir, a quien Tolkien incluso dedica un funeral «vikingo», y en el rey Theoden, pero sus muertes eran, digamos, esperadas; el primero porque había sucumbido al Anillo y el segundo porque una muerte honrosa era lo que demandaba su orgullo, mancillado por Lengua de Serpiente.

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