Strawberric Panic! – Reseña

 Nagisa Aoi es una chica de 15 años recién transferida a la escuela Miator, uno de los tres colegios femeninos católicos que conforman el complejo educativo de Astraea Hill.

 Nagisa es una chica ingenua y entusiasta, una persona que con su desenfado alterará la encorsetada vida del colegio. Como además es de aspecto adorable, se volverá muy popular entre las chicas; muchas querrán su amistad, otras, suspirarán por algo más…

 Strawberry Panic! es un yuri (shoujo ai) emitido a mitad de los 2000 y que es una adaptación de una apreciada serie de novelas ligeras de la autora Sakurako Mikino. Si conocen Maria-sama ga Miteru, la propuesta seguro les remitirá a ese exquisito anime. Y sí, por mi parte, llegué a Strawberry Panic! buscando más de la expresión sutil del amor, o simple íntima amistad, entre chicas de un colegio religioso como ocurría en Marimite. Veamos qué tal.

 Nagisa, como les adelanté, es un imán para todo el que la rodea. Su candidez, frecuente torpeza y espontaneidad serán una fresca brisa para el colegio. Todas las chicas que la traten se sentirán muy a gusto con ella y querrán tenerla de amiga o, en caso de ser más jóvenes, de sempai, o simplemente seguir disfrutándola como compañera.

La primera de esta chicas que estará cautivada por el encanto de Nagisa será su compañera de cuarto, Tamao Suzumi.

 Tamao es una chica amable y tranquila que ama leer y escribir poesía. Esta afición nos dará idea de que es una persona dada al romanticismo platónico. Ella ama contemplar en silencio a Nagisa. Sin embargo, ¿por cuánto tiempo le bastará ese platonismo? La joven de abajo quizás la haga preocuparse por sincerar su corazón lo antes posible.

 Shizuma Hanazono tiene 18 años y es la estudiante más admirada del colegio, pues ocupa la función de Étoile, algo así como una mediadora entre los consejos estudiantiles de las tres escuelas que, además, asume tareas protocolares como condecorar a estudiantes destacadas o recibir a las ilusionadas (por conocerla) niñas de primer año.

 Shizuma es una chica misteriosa, de trato distante y en ocasiones reacia a sus obligaciones como Étoile. Pero todo cambiará cuando conozca a Nagisa.

 La Étoile mostrará rápidamente interés por Nagisa, y lo hará con tal osadía que desarmará a la chica toda vez que se encuentren y la mire a los ojos como si fuera un galante rompe corazones.

 Shizuma, para los asiduos del yuri, responde al tópico de la onee-sama, la chica de cerrado corazón que encuentra en la candidez de una compañera más joven a la persona con la que abrir sus sentimientos. Como comenté en Kannazuki no Miko, amo las onee- sama, aunque Shizuma en particular no me gusta tanto. Primero porque no es morocha, ja (es que hasta ahora todas las que conocí lo eran), y segundo, y fundamental, por aquello que comenté de su comportamiento de galán…

 La ingenua y cabezota de Nagisa no tenía manera de escapar a la presencia y miradas dominantes de la Étoile. Esto hizo que de inicio el personaje no me cayera bien, porque encontré a Nagisa indefensa ante ella. Team Tamao, ja.

 Antes de dar cuenta de algunos secundarios, digamos entonces, aprovechando esto que comentaba sobre la Étoile, que no tardaremos en comprobar que las chicas de Strawberry Panic! se expresan abiertamente respecto a lo que sienten sobre las otras. Aquí no es como en Marimite donde la relación entre las estudiantes no pasaba de lo platónico, y esto cuando el afecto entre una pareja de soeurs claramente manifestaba que la relación trascendía la íntima amistad.

 No, en Strawberry Panic!, las chicas se declararán a las otras, se besarán, se robarán besos, habrá esbozos de escenas de sexo, y hasta en ocasiones alguna padecerá el acoso de otra (doblemente incómodo, desde mi punto de vista, dado el aspecto aniñado de las estudiantes). En este sentido, pues, Strawberry Panic! va un poco más allá de la recatada Maria Sama.

 La historia tiene otra complicación romántica a parte de la principal y que involucra a la chica de arriba, Hikari Konohana. Hikari, como Nagisa, tiene 15 años y es estudiante de St. Spica, el colegio con el que Miator disputa fuertemente (el otro, Lilium, liberal y más enfocado a las artes, va a su bola), y miembro del coro.

 La voz y apariencia angeladas de Hikari, así como su amabilidad y delicadeza de maneras, cautivan a todas, particularmente a su compañera de cuarto, Yaya Nanto. Pero como ocurría a Tamao con Nagisa, Yaya tendrá que sufrir por la competencia con una sempai muy popular, tanto que se espera sea la próxima Étoile.

 Hikari quedará deslumbrada no bien conozca a «la chica del caballo blanco», Amane Ōtori. Esta tiene una legión de admiradoras que aman verla cabalgar cuando practica para las pruebas del club de equitación. Es una chica de talante caballeresco que para las estudiantes menores es como un sueño salido de un cuento de hadas.

 Pero Amane solo tendrá ojos para su ángel, Hikari. Esta pareja seguro será la preferida por muchos.

 Algunas de las chicas del colegio Lilium. Chikaru Minamoto, la más alta, es presidenta del colegio estudiantil y quien trata de moderar, conforme a su carácter afable y risueño, las rencillas entre las presidentas de Miator y Spica. De mis preferidas por diseño y personalidad, una pena su limitado protagonismo.

 Y la chica con el peluche es Kagome Byakudan. Los amantes del moe exultarán con cada intervención de ella (con Percival).

 En fin, vamos cerrando. Un yuri ligero que encantará a los que quieran algo de melodrama al estilo María-Sama. No destaca tanto en las relaciones entre las chicas y el trabajo de su personalidades como Marimite, y considero que las historias cotidianas que propone en su aspecto de recuentos de la vida son menos atrapantes, pero su propuesta es decididamente más romántica, cosa que a muchos complacerá. Muy recomendable.

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