Karakai Jōzu no Takagi-san – Reseña

 Nishikata es un chico de segundo de secundaria que vive pendiente de Takagi, una amiga y compañera de clase. Pero esto no como cabría esperar en un adolescente; lo que pierde la cabeza a Nishikata son las inocentes burlas con las que la chica lo martiriza a diario.

 Lleno de sed de revancha, Nishikata buscará cualquier oportunidad para desafiar a la pícara de su amiga, sin saber que con esto ambos estarán descubriendo a su primer amor.

 Takagi-san es una popular comedia romántica lanzada en 2018, adaptación del manga homónimo escrito por Sōichirō Yamamoto, con el que sus ocurrentes protagonistas nos harán pasar unas horas adorablemente inocentes mientras nos divierten emulando, en cierta manera, a Tom y Jerry.

 Nishikata con expresión triunfante luego de haber pergeñado una, según él, infalible broma con la goma de borrar con la que piensa poner fin a la tortuosa racha de burlas de Takagi-san.

 En cuanto proponga a Takagi el desafío, ella lo estará esperando con una mirada medio burlona y un inocente ¿eh, Nishikata?” que, palabra, nos derretirán. No me canso de esa mirada y el consecuente “Nishikata”, ja.

 Lamentablemente el chico, ciego por el ánimo de revancha y confiado, no podrá ver en la expresión de su amiga que ella imagina sus intenciones y que terminará por enredarlo en sus propias artimañas.

 Entonces, el resultado será más o menos lo que pueden ver arriba, con una airosa Takagi haciendo mofa con el pobre de Nishikata, que desolado se verá obligado a cumplir con lo dispuesto por la prenda que había propuesto o, y lo que más lo incomoda, sortear las sutilezas con las que Takagi querrá hacerle ver que ella está enamorada de él y que él, aunque lo espante la idea y esté lejos de poder entender y aceptar sus sentimientos hacia ella, también.

 Ambos personajes son adorables. Nishikata en particular, con su constante discurrir sobre lo que imagina que Takagi esté pergeñando contra él, lo que lo muestra como un personaje perseguido y vulnerable y por tanto digno de nuestro mayor simpatía, creo será todo un descubrimiento para aquellos que en términos de moe o adorabilidad solo tenemos ojos para las chicas kawaii. 

 Respecto a Takagi, destacaría el trabajo de su seiyuu, que la dotó de un aplomo y sutileza arrobadoras.

 Sanae, Mina y Yukari, compañeras de clases de los protagonistas. Cada capítulo de Takagi-san se divide en dos o tres historias cortas dedicadas a las bromas de Takagi que estarán espaciadas por la intervención de las tres chicas. Estos intervalos tendrán como tema alguna ocurrencia de la muy graciosa cejotas y que en general consistirá en su deseo por comportarse como «adulta».

  Mano, otro personaje secundario que cursa con los chicos, aunque de relevancia menor. Su timidez a la hora de hablar con el chico que le gusta, Nakai, serán para el espectador miel dada a cucharadas.

 Mucho más para decir no tengo. Mencionar que los desafíos que se proponen Nishikata y Takagi consisten en trivialidades infantiles, como ser el jugar al sapito con una piedra arrojada al agua, adivinar tal cosa que piensa el otro o ver quién se termina la bebida más amarga. Todo esto, como he comentado, hará que los chicos vayan descubriendo en el otro a  su primer amor.

 Son tres temporadas y una película de reciente estreno. La 1ra (que es por donde voy) la podrán ver en Crunchynroll y en Netflix, aquí también la 2 (la 3ra por ahora no está en mi país, no sé en otras regiones). La película leí que se estrenará en varios sitios, aunque en Netflix todavía no vi que apareciera. Todo además doblado al español latino (La maestra de las bromas Takagi-san ) y al español peninsular (Takagi-san, experta en bromas pesadas). Muy recomendable.

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