Uchi no Ko no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai – Reseña

 Dale es un aventurero que una tarde se hallaba en un bosque cazando monstruos. Terminado el trabajo, enciende una fogata y se pone a cocinar pescado, entonces lo sorprende una niña pequeña, que lo mira desde los matorrales toda desgreñada, haraposa y sucia. El cazador observa que de las sienes de la niña asoman cuernos. Era un demonio.

 Dale, viéndola hambrienta, le ofrece pescado. La pequeña acepta, y con esto el joven aventurero habría de hallar su mayor desafío y a su vez el más grande tesoro: la responsabilidad de ser padre y el amor de una hija.

 Más cute imposible, ¿no? Seguramente, el anime más tierno que he visto (o que estoy mirando, que me faltan unos caps para terminarlo). Y ni que hablar que el del nombre más largo, ja. Uchimusume es una adaptación de una serie de novelas ligeras (info aquí) ambientadas en un mundo de fantasía medieval y que no tendrá más pretensión que el contarnos de la felicidad de un padre con su hija.

 Latina, tal el nombre de la pequeña, devorando el pescado que le había ofrecido Dale. Una muestra de las expresiones kawaii con las que la niña habrá de empalagarnos con cada intervención.

 Y aquí con Dale cuando llegan a la ciudad del aventurero, Kreuze, una ciudad típica medieval, con murallas, barrios de plebeyos, de nobles, etc.

 Rita y Kennet, la pareja dueña del bar donde Dale vive (les alquila el altillo) y que será el hogar de Latina. El matrimonio no tiene hijos y están encantados con cuidar de la niña cuando Dale sale a trabajar. Latina, sin que se lo pidan, enseguida se pondrá ayudar con las tareas del bar, como levantar platos, preparar la mesa y hasta cocinar algunos platos sencillos que aprenderá de Kenneth para recibir a Dale. El aventurero no cabrá dentro de sí por el orgullo hacia su hija. Dale será para Latina el más cariñoso y posesivo de los padres, tanto que en ocasiones podrá resultar algo cursi si perdemos de vista que lo que busca la serie es movernos a la ternura.

 Esta escena me hizo sentir verdadero miedo por Latina. Unos interminables segundos de angustia por lo que pudieran hacerle esos niños abusones que la acosaban a preguntas por encontrarla extraña en la ciudad. Hacía bastante que no la pasaba tan mal con un anime, ja.

 Latina está aprendiendo la lengua humana, su lengua materna es la de los demonios, y en escenas como la anterior se encontrará balbuceando desesperada e inteligible tanto en demonio como en humano. Te la querrás comer de la ternura. Palabra.

 Latina con sus compañeros de clase en el templo de Asfat. Ella irá a la escuela con mucha ilusión por aprender y hacer amigos, pero la convivencia entre demonios y humanos no suele ser sencilla, por lo que estará expuesta a la incomprensión y prejuicios en algún que otro adulto.

 La serie es un recuentos de la vida. La trama gira en torno al dulce vínculo que el destino entretejió para Latina y Dale. Hay un misterio que propone la historia, qué hay de especial como demonio en Latina, pero esta se desarrolla muy lentamente y para mí la serie bien puede pasar del asunto. No digo que no sea interesante. Pero es que, qué importa el origen de una niña tan adorable como Latina? Lo que importa es verla poner caras monas, ja.

 No es un anime que descolle ni mucho menos, pero es muy recomendable para pasar el rato y endulzarnos el día.

*Edito: terminado el anime, solo decir que no me gustó el último capítulo…

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