Sailor Moon Eternal – Reseña

 A unos meses de la derrota de los Death Busters con el sacrificio de Sailor Saturn, llega el día esperado para Chibiusa. La niña había superado con creces el entrenamiento en el pasado dispuesto por sus padres y tocaba volver al futuro, a la Tokyo de Cristal del siglo XXX.

 Usagi y Mamoru acuden a despedirla. Ese día se esperaba un fenómeno astronómico único en siglos, un eclipse solar completo, y piensan disfrutarlo antes de la partida de la niña. Entonces, cuando se concretaba el eclipse, oyen una voz de auxilio. Se trataba de un pegaso. Chibiusa con el descubrirá su verdadero amor, y querrá hacer cuanto pueda por salvarlo de la oscuridad que lo acecha.

   Así comienza la nueva peli de Sailor Moon (en verdad son dos, de hora y veinte cada una) recientemente estrenada por Netflix y que retoma la historia de Crystal, el remake de Sailor Moon de hace unos años que había terminado con el drama de Hotaru. Para los que vieron la serie original, estamos en lo que sería Super S, la saga del pegaso, un arco que dividió aguas en su época por el protagonismo dado a Chibiusa y por su marcado tono infantil en comparación a la trágica saga de los Death Busters.

 Este es Helios. En la forma de un pegaso, es quien pide ayuda a Chibiusa después de que lo capturara el Dead Moon, el enemigo de la historia. Las sailors y Darien (perdón, sniff, Mamoru) obtendrán de él importantes revelaciones acerca del mundo y del papel que particularmente tocaba a Mamoru. Chibiusa sufrirá cuando crea que Helios a quien buscaba en verdad era a Usagi.

 La reina Neherenia, la soberana del reino de las sombras de la luna, un reino maldito del que escapa cuando ocurre el eclipse. Ella, a través del Dead Moon Circus, querrá conquistar el mundo. Para esto, y nada nuevo por aquí, buscará el Cristal de Plata.

 Todo mencionado muy por encima para no spoilear.

 Con lo dicho tenemos que Eternal propone lo esperado para Sailor Moon, el malo que quiere conquistar el mundo para sumirlo en sombras y drama romántico, que en principio apuntará a Chibiusa.

 Y digo en principio porque no tardaremos en ver que lo fundamental y relevante para la trama será el amor entre Usagi y Mamoru, cosa que hizo que la peli me bajara bastante el entusiasmo. Pero esto es algo muy personal. Con los años perdí el interés por la pareja (para mí dio todo de sí) y hoy Sailor Moon me engancha por las otras sailors. A los fans de Usagi desde ya les encantará.

 Volviendo con Chibiusa. Atrás mencioné que hallará «su verdadero amor». Dada la corta edad de la niña, puede que no llegue a los 12 años, el calificativo podrá resultar fuerte. Pero la peli dejará claro que, y siempre en términos platónicos e infantiles, que ella tuvo ya su primer amor…

 En la primera película se nos presentarán sucintamente a los personajes, las motivaciones y dramas de cada uno, que los enemigos querrán aprovechar para sus fines. Así, mientras se nos cuenta del sueño por ser doctora de Ami y de su relación con sus padres separados, el esbirro de turno la estará poniendo en aprietos.

 Esto vendrá bien para quien no conozca la serie. No sabrá del por qué de muchas cosas, pero al menos tendrá una sencilla pintura de los personajes. Rei se ve fabulosa cuando dispara la saeta llameante de Marte, pero si sabes además que es una chica abnegada que sueña con seguir los pasos de su abuelo, el personaje dejará alguna huella. Lamentablemente, quitando Neherenia, de los enemigos apenas se nos dirá nada.

 El cuarteto Amazonas, el grupo de chicas que llegará con el Dead Moon Circus para concretar la ambición de Neherenia. En comparación a lo que fueron en Super S, donde obtuvieron un gran desarrollo, no pasarán de ser un enemigo simpático. Eché de menos y mucho, ya que era mi preferida del cuarteto, los “Palla Palla dice”, es decir, a Palla Palla hablando en tercera persona. Me refiero a la chica de cabellos celestes, que en Latam. conocimos como Para Para y que fue de lo poco que me gustó de Super S.

 La peli (insisto, que son dos) tiene un buen balance entre drama, narración de mito (medular y de lo más atractivo en SM) y las peleas. No estamos ante un espectáculo a lo Dragon Ball, donde la acción una vez que arranca no para y no se distrae. Pero por contra, en ocasiones podrá resultar farragosa y atropellada, y esto no solo para el que no haya visto Sailor Moon. La parte de las transformaciones en la segunda película es un verdadero pandemónium.

 En lo visual es una delicia, también en lo musical. En cuanto al doblaje, si es que no piensan mirarla en japonés, en lo que toca a Latam. (y por lo que leí también en España) Eternal se podrá disfrutar con casi todas las voces originales, lo que brindará una hermosa nostalgia. Lo malo es que, y creo que por indicación de la autora, Naoko Takeuchi, habrá expresiones que tendremos en inglés para palabras que en el doblaje de los 90 estaban en castellano. El caso más lastimoso, en lo personal, es el de Pequeña Dama por Small Lady para Chibiusa. Pequeña Dama se oía muy afectivo, era además una expresión que daba una ternura particular a Plut, y en inglés no me transmite lo mismo.

 Por último, me da pena haber perdido el sailor scout. Sailor Guardian será más apropiada, pero ¿se imaginan un doblaje de Saint Seiya con Ikki siendo llamado santo en vez de caballero? Sailor Scout era una expresión muy feliz, una ocurrencia muy acertada de los traductores, pues daba total idea de la juventud de las protagonistas. Creo que no había necesidad de reemplazarla. Aunque claro, Naoko manda.

 En fin, muy recomendable para el fan de toda la vida como para quien quiera ver qué tal la famosa Sailor Moon. Ojalá Eternal lleve a un verdadero renacimiento de Usagi y amigas, en lo posible con nuevas historias.

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