Yuna Ichihara es una chica de 15 años que sueña con que llegue el día en el que el destino le conceda su príncipe, ese chico de cuentos al que ha aprendido a anhelar confiada y fervorosamente gracias a su pasión por el manga shoujo.
Pero Yuna también necesita una verdadera amiga. Ni aún con su imaginación atiborrada de idealismo shoujo habría podido creer que ambos deseos se le concretarían una misma mañana.
Omoi Omoware, Furi Furare (Love Me, Love Me Not) es una película emitida en 2020 y adaptación del manga escrito e ilustrado por Io Sakisaka que nos contará de las perspectivas amorosas de dos chicas de muy dispar carácter y con vivencias personales y familiares por completo opuestas. Una encantadora historia sobre el primer amor que resultará ser más intrincada y profunda de lo que podríamos haber pensado de inicio.
Yuna, pues, es toda una romántica. Como además tímida y con no más que una íntima amiga, que para su pesar debió mudarse a otra ciudad, no es de extrañar que su cabeza todo lo entienda a partir de lo leído en historias shoujo.
Así son los románticos sueños de Yuna, esperando por su príncipe para descubrir el amor que el destino había escrito. Pero entonces conocerá a Akari Yamamoto, la chica de la que hablé en la introducción, la amiga que necesitaba y quien la hará bajar a tierra, o al menos sugerirle que haría bien en ver las cosas de una manera más práctica y realista.
Akari es una vecina recién llegada donde vive la familia de Yuna. Tiene la misma edad y un encuentro fortuito hará que se hagan amigas y se abran los corazones, en particular, claro, por lo necesitada de compartir sus sueños y sentimientos, Yuna. Esta se admirará de su arrojo y desinhibición en el trato con los chicos; sabrá que tiene novio y, lo que desconcertará a Akari, encontrará incomprensible que, al hablar de otros hombres, pueda llamar guapo a alguien cuando tiene novio. Amé a Yuna por esta inocentada romántica, ja.
Entonces, las chicas, aún andando una por las nubes y la otra por tierra, irán labrando una fuerte amistad. Pero aparecerán los chicos de la historia, y ahí las cosas se complicarán, particularmente con Akari, quien, a diferencia de Yuna, que vive en una familia armoniosa, pena por los idas y vueltas de su madre a la hora de establecer un hogar.
Pero nada más sobre este punto fundamental aspecto de la trama. Ahora los protagonistas masculinos, muy esquemáticamente para no spoilear.
Rio es el príncipe con el que se topará Yuna. Por supuesto, la chica sucumbirá del flechazo. De no haber conocido a Akari, se quedaría esperando a que el destino obre su magia, pero gracias a su amiga sabe que podría confesar sus sentimientos y ver qué sucede. ¿Se animará?
Kazuomi es amigo de la infancia de Yuna. Como se puede apreciar, será el interés amoroso de Akari. Ella hallará en Kazu la contención que necesitaba, lo que la llevará a enamorarse después de algunas dudas. Sin embargo, ¿el sentimiento será mutuo?
Amo las tazas de té entre amigas en el shoujo (o bien en el yuri o en los cgdct). Es un momento de cálida confidencia que no encuentras en el shounen, ja. Pero no nos desviemos. Entonces, ¿y la historia? Lo dicho párrafos atrás, una historia sobre el primer amor a partir de la perspectiva de dos chicas con experiencias y realidades muy disimiles que harán que el desarrollo de la relación con los chicos protagonistas nos resulte amena y atrapante. No hay más que esto. Muy recomendable. Duración: 102 minutos.
La Bitácora de Ithil 