Hace unos días escuchaba Vangelis con un amigo, un par de temas no más, que canciones como Hymne te pueden bajar los ánimos, y le conté de un recuerdo de mi infancia relacionado con esta música. La entrada, pues, va de esto, un recuerdo.
Creo que tenía seis años. Una tarde, cuando anochecía, jugaba con unos amigos, vecinos de al lado; eran tres, un varón, de ocho y pico, y dos nenas, de siete y seis años. Nos encontrábamos en la habitación de las chicas, y me propusieron jugar «a viajar a otro planeta». Para esto, habríamos de “viajar” con la música que el mayor a veces, por lo divertido de los efectos especiales, ponía para jugar.