Nozdormu, uno de los cuatro dragones aspectos y custodio del tiempo, percibe una anomalía temporal en una región desolada de las montañas de Kalimdor y contacta con Krasus, un anciano mago que en verdad es un dragón del Vuelo Carmesí de Alexstrasza, y le ruega que vaya a investigarla. Este acepta y acude con Rhonin, un poderoso mago y antiguo pupilo.
Lo que encuentran los deja azorados, un enorme agujero temporal, que los irá arrastrando hacia sí y los llevará a otra época, 10 mil años atrás, a los días de esplendor del reino de los elfos de la noche, a los días de la gloriosa reina Azshara y de la inminente invasión de la Legión Ardiente y la locura de Neltharion, antiguamente el quinto dragón aspecto, el guardián de la tierra, y que en el futuro recibiría el infausto nombre de Alamuerte.
Krasus y Rhonin descubren que se encuentran en el pasado y para peor en un tiempo que sería decisivo para el curso de la historia. Temen que cualquier intervención pueda dañar la línea temporal, así que en principio se muestran reacios a la hora de actuar. Pero pronto verán que no tendrán alternativa, pues si dejan a los elfos a merced de la Legión, su propio futuro estará en juego.
Otra persona estará de acuerdo con ellos, aunque por motivaciones diferentes, propias del carácter de su pueblo, un viejo guerrero orco, Broxigar, que también se vio arrastrado por el agujero temporal después de que su Jefe de Guerra lo mandara a investigar, y que simplemente querrá luchar por que su honor de guerrero lo obliga a no dar la espalda a una batalla. Si bien en su tiempo enfrentados por pertenecer a facciones enconadas, Krasus y Rhonin encontrarán en el orco un inestimable compañero de armas.
Estamos con el mundo WoW, con una serie de libros que tendrá como protagonistas, a parte de los personajes mencionados, a tres personajes capitales para el WoW y que muchos, como me ha pasado a mí, habrán conocido por derivados del WoW como Hearthstone y HotS: Malfurion, Illidan y Tyrande. Con esta trilogía podremos conocer mucho de ellos en sus tiempos de juventud.
La trama, como he comentado, va de la llegada a Kalimdor de la Legión Ardiente, que busca abrirle camino a su señor, el titán caído Sargeras, para que este entonces se encargue de asolar el mundo. Sin embargo, Krasus y sus compañeros saben que en el conflicto también estarán implicados los dragones aspectos y con ellos la inevitable caída de Neltharion, lo que complicará fatalmente el asunto. También, para su pesar, verán que además tendrán que lidiar con la creciente ambición de poder de Illidan.
Con lo anterior tenemos una historia típica de fantasía épica con sus dragones venerables, señores oscuros, sabios hechiceros, hermosas reinas, elfos respingados, guerreros brutales y honorables y muchas batallas, pero con el atractivo de pertenecer al mundo WoW y de que nos hará conocer, si es que no jugamos WoW ni Warcraft y no sabemos demasiado del lore, de personajes y elementos de Hearthstone o HotS. En lo personal, lo que más me enganchó fue el papel de los dragones aspectos, conocer más de Alexstrasza, Ysera, Malygos, muchas de mis cartas preferidas en Hearthstone, ja. Me encantó la relación de amor de la Reina de los Dragones con los dragones consortes de su Vuelo. Krasus por esta relación y por su papel de sabio, que es de mi arquetipos preferidos en la fantasía, se convirtió en mi personaje favorito de la historia.
Fuera de esto, la trilogía no apunta a más. Las novelas se pueden leer sin conocer demasiado del universo del juego, así que podrán servir para acercarse al WoW para quien tenga curiosidad. Están bien traducidas, así que son de amena lectura. Si están con ganas de leer sobre WoW o, por qué no, de saber de las cartas de Hearthstone, muy recomendable.