El año pasado, después de haber posteado una entrada sobre Ilyanna, me puse a buscar info para saber si el personaje pasaba a Uncanny X-men, y tuve la mala suerte de caer en un sitio que destripaba malamente lo que ocurría, tiempo después de la saga Inferno, con la hermanita de Coloso. El maravilloso desenlace que pensaron los guionistas para Magik, a la altura, y sin pudor lo digo, de algunas imaginaciones de Tolkien, me había dejado contentísimo. Pero resultaba que a Ilyanna no se le iba a dar la infancia que todo niño merece. Con los siempres atribulados y en desgracia X-men, no debí haber esperando un «colorín colorado» para copito de nieve.
Tenía decido que no iba a leer el comic que contara lo que habría de pasar con Ilyanna, pero anteayer me pilló por sorpresa el Uncanny X-Men 303 y no tuve más opción que leerlo. Lo leí, eso sí, con ingenua esperanza, pues a lo mejor lo que había leído no era del todo cierto o tenía otro sentido. Pero en fin.
Ilyanna en cama con un peluche de Rondador Nocturno. Como se puede leer, la niña da las gracias a Júbilo, contenta porque la joven dio voz, en el buen alemán de Kurt, a su peluche, al que llamaba Bamf. Kitty, recién llegada de Inglaterra, las acompaña. La escena es hermosa: «copito de nieve» jugando con un peluche del elfo. Ilyanna y Kurt son dos de mis personajes preferidos de la Patrulla. No podía pedir más.
Esa viñeta da cuenta del último momento de felicidad que conoceremos de la pequeña Ilyanna. Es como para tenerla en un cuadrito.
Bueno, no más que esto. Cierro con el fragmento de La niña de los fósforos (o La pequeña cerillera), un cuento muy lindo de Andersen, de dos o tres páginas, que muy felizmente el guionista dio a que leyera Júbilo. Pero mejor es leerlo en el comic.
«…y dejó de tener frío, hambre y pena…»(…)»…pues ahora estaba con dios.»
Por las dudas. La niña de los fósforos parece una traducción menos infantil que la de La pequeña cerillera. Y por si hace falta, «copito de nieve» es cómo llamaba Coloso a Ilyanna.
Ignoraba que tuviese ese triste final.
También me ha pillado por sorpresa.
Sip, debe haber sido muy triste vivirlo en su època, sobre todo en el caso de los lectores que siguieron a la Patrulla desde los ochentas.